Por: José Francisco Castillo Madrigal
En un mundo cada vez más polarizado, donde las diferencias parecen ser más visibles que las similitudes, es crucial recordar la importancia de coincidir y construir acuerdos. La capacidad de encontrar puntos en común y trabajar juntos hacia objetivos compartidos es fundamental para el progreso y la armonía social.
Tanto en las familias como en las instituciones, en la empresa o en la política, entre los pueblos y las naciones, más que nunca falta encontrar esos factores en los que podemos coincidir y dejar de lado lo que nos divide. Para ello, claro, se requiere tal vez cierta dosis de humildad, aderezada por el respeto a los demás e incluso, caridad y enorme calidad humana.
Las coincidencias no son sino esos momentos en los que nuestras ideas, valores o intereses se alinean con los de otros. Y son realmente poderosas. Nos recuerdan que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos una humanidad común. Estas coincidencias pueden ser la base sobre la cual se construyen relaciones sólidas y colaboraciones fructíferas. En tiempos de conflicto, buscar y reconocer estas coincidencias puede ser el primer paso hacia la resolución y el entendimiento mutuo.
Construir acuerdos
Construir acuerdos no es simplemente llegar a un compromiso; es un arte que requiere empatía, comunicación efectiva y una disposición genuina para escuchar y entender al otro. En una sociedad en la cual es fácil caer en la trampa de la confrontación y el desacuerdo, la habilidad de negociar y encontrar soluciones que beneficien a todas las partes es invaluable.
Debemos tener mucho cuidado, pues también resulta fácil caer en la tentación, por libre albedrío o por influencia de terceros, de tomar rumbos opuestos. Cuidado con escuchar a personas cuyo único interés es causar conflicto y que para lograrlo, llegan incluso a la mentira como su principal herramienta.
Los acuerdos no solo resuelven conflictos, sino que también fortalecen las relaciones y fomentan un sentido de comunidad. Cuando las personas sienten que sus voces son escuchadas y sus preocupaciones son tomadas en cuenta, están más dispuestas a colaborar y contribuir al bien común.
Reflexionemos: En tiempos de división, es más importante que nunca recordar la importancia de coincidir y construir acuerdos. Al enfocarnos en lo que nos une en lugar de lo que nos separa, podemos crear un entorno más inclusivo y cooperativo.
Si en lo sucesivo, cada que nos encontremos en una situación de conflicto, buscamos esas coincidencias y trabajamos hacia un acuerdo, no solo mejoraremos la situación inmediata, sino que también contribuiremos a un mundo más armonioso y unido.
¿Qué opinas tú que me lees sobre la importancia de construir acuerdos en tiempos de conflicto? ¿Has tenido experiencias en las que encontrar coincidencias te haya ayudado a resolver un desacuerdo?