Antes de la pausa que vivió el mundo debido a la pandemia, la mexicana Carla Morrison ya había frenado su ritmo de vida para reencontrar su identidad en la música. Tras su estancia en París y nuevas experiencias desde la libertad, la cantante se muestra renovada y segura de la nueva etapa que explora.
«Quería reconocerme y ser más dueña de mis emociones, de la narrativa de mis canciones (…) No solo aprendí a ser yo otra vez, sino que podía ponerme una ‘pedota’ (borrachera) y no tener miedo de que alguien me viera, hice amigos, me equivoqué y pude volver a empezar», dice en entrevista con Efe la cantante de 33 años.