El capitán Karst Börner, cuyo barco estaba anclado en la localidad siciliana de Porticello el pasado 19 de agosto, cuando se volcó el lujoso yate británico Bayesian con 22 personas a bordo, aseguró que “hizo lo que tenía que hacer” cuando auxilió a 15 personas, aunque admitió que el rescate “fue traumático”
El capitán brindó los primeros auxilios a varios heridos graves y a una bebé de un año, a quienes rescató y trasladó de manera segura hasta tierra firme, después de que se hundiera el velero en el que se encontraban, en medio de una tormenta con fuertes ráfagas de viento.
“En un momento así, no piensas, simplemente haces lo que tienes que hacer”, aseguró al canal regional neerlandés Omrop Fryslán.
“El pronóstico del tiempo incluía tormentas eléctricas y eso puede ser extraño en el Mediterráneo”, explicó Börner, que se levantó la mañana del lunes, junto a su tripulación, “algo preparados” para la previsión del tiempo.
En un momento dado, apareció una tromba marina, un tipo de tornado que no es muy fuerte y es más húmedo, pero que “fue fuerte e intenso”, rememora. “Tuvimos dificultades para mantener el barco en su lugar con el motor y el ancla. El yate estaba detrás de nosotros. De vez en cuando mirábamos para ver dónde estaba. De repente, desapareció”, explicó.
Inmediatamente después, revisó el radar y no vio señales del velero, y luego vio una bengala roja, por lo que subió con sus compañeros al bote auxiliar y se dirigieron al lugar del incidente. “Encontramos una balsa salvavidas con 15 personas, cuatro gravemente heridas y un bebé”, recuerda. Los llevó a todos a su barco, los abrigó y secó, mientras sus compañeros llamaron a la guardia costera para dar aviso.
En el momento de la tragedia, el velero llevaba 22 personas a bordo -10 tripulantes y 12 pasajeros-, y 15 de ellos pudieron salvar su vida.
Con información de Forbes.