Un alto funcionario de la Casa Blanca ha presentado una propuesta radical que busca redibujar la frontera entre Estados Unidos y Canadá, en un contexto marcado por la intención del expresidente Donald Trump de incorporar a Canadá como el estado número 51 del país. La iniciativa, impulsada por Peter Navarro, uno de los asesores más influyentes de Trump, ha generado preocupación y controversia tanto en Washington como en Ottawa.
De acuerdo con un informe del diario británico The Telegraph, Navarro ha instado a los negociadores estadounidenses a discutir esta posibilidad con sus contrapartes canadienses. Una fuente cercana a las negociaciones calificó la propuesta como «una locura y peligrosa», reflejando el escepticismo que rodea la viabilidad de tal idea.
En respuesta a estas propuestas, el gobierno canadiense ha decidido suspender las conversaciones bilaterales hasta que el Senado de Estados Unidos confirme a Jameson Greer como Representante Comercial y a Howard Lutnick como secretario de Comercio. Ambos son considerados en Ontario como opciones menos radicales dentro del gabinete entrante de Trump. «Los canadienses han indicado que se debe retrasar la negociación con el gobierno estadounidense hasta que se confirme a Greer y Lutnick», agregó la fuente.
Además, Navarro ha sugerido la expulsión de Canadá de la alianza de inteligencia conocida como «Cinco Ojos», que incluye a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Esta propuesta ha intensificado las tensiones entre los dos países, que tradicionalmente han mantenido una relación cercana.
Otro punto de fricción en las discusiones es la intención de Trump de revivir el proyecto del oleoducto Keystone XL. Esta controversial infraestructura, valorada en 9 mil millones de dólares, tiene como objetivo transportar hasta 830 mil barriles de petróleo diarios desde Canadá hacia refinerías en Estados Unidos. El proyecto fue bloqueado por el expresidente Joe Biden, pero Trump ha manifestado su deseo de reactivarlo. «La compañía que construye la tubería Keystone XL, que fue brutalmente eliminada por la incompetente administración Biden, debería volver a América y construirla, ¡ahora!», publicó Trump en su red social.
La propuesta de Navarro y la respuesta del gobierno canadiense reflejan un panorama complejo en las relaciones entre Estados Unidos y Canadá, mientras ambos países navegan por un clima de incertidumbre política y económica.
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