El periodista y subdirector de la organización Global México, Calletano de Jesús Guerrero, fue asesinado este viernes en el municipio de Teoloyucan, en el Estado de México, informó la organización Article 19.
El crimen ocurrió días después de que el comunicador recibiera amenazas de un grupo delictivo, el pasado 13 de enero, cuando sujetos acudieron a su domicilio para intimidarlo.
Cabe mencionar que el periodista era beneficiario del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, un programa diseñado por la Secretaría de Gobernación (Segob) para salvaguardar la integridad de comunicadores en riesgo. Sin embargo, estas medidas no evitaron su asesinato.
Por su parte, la ONG solicitó de manera urgente que el Mecanismo de Protección coordine acciones con las autoridades del Estado de México para garantizar la seguridad de los familiares y colegas de Calletano.
Asimismo, instó a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), dependiente de la Fiscalía General de la República (FGR), a iniciar una investigación inmediata y exhaustiva, que incluye activar los protocolos homologados para delitos contra la libertad de expresión.
México, uno de los países más peligrosos para periodistas
Un informe reciente de Reporteros Sin Fronteras posicionó a México como el tercer país con más asesinatos de periodistas en el mundo, solo detrás de Palestina y Pakistán. Durante el año 2024, cinco periodistas fueron asesinados en el país, una cifra que, aunque aparentemente es menor a los 17 homicidios registrados en 2022, sigue siendo alarmante.
El informe también destaca que México concentra más del 30 por ciento de los casos de periodistas desaparecidos a nivel mundial, con 30 comunicadores cuyo paradero seguía siendo desconocido hasta finales del 2024.
Desde la entrada de Claudia Sheinbaum al frente del Ejecutivo Federal, se han registrado tres asesinatos a periodistas, que incluyen la reciente declaración de Calletano de Jesús Guerrero, quien se unió a Mauricio Cruz, asesinado en Michoacán y Patricia Ramírez en Colima.
