La cantante mexicana Ángela Aguilar anunció su regreso a la música con el lanzamiento de su nuevo álbum titulado “Nadie se va como llegó”, un proyecto que refleja su evolución artística y personal tras un período de introspección y desafíos emocionales. En una entrevista, la artista compartió que una mariposa fue clave en su proceso de recuperación y motivación, convirtiéndose en un símbolo que ahora acompaña su imagen y su música.
La historia detrás de la mariposa
Aguilar reveló que, después de enfrentar críticas y momentos de ansiedad que le impedían subirse a los escenarios, experimentó un momento de inspiración cuando una mariposa apareció en su vida. “Tenía mucho miedo de subirme a un escenario, traía mucha ansiedad. Y de repente, pum, se me para una mariposa, y ahí sentí que era mi abuelo”, confesó la cantante, quien atribuye a este encuentro una recuperación emocional significativa. Desde entonces, las mariposas se han convertido en un elemento recurrente en su trabajo, simbolizando esperanza y transformación.
“Nadie se va como llegó”: el nuevo álbum
El álbum, que cuenta con 12 canciones, fue realizado con un enfoque muy personal por parte de Aguilar, quien participó en la interpretación, selección, grabación, producción y diseño visual del proyecto. Aunque mantuvo una fuerte implicación en el proceso, contó con la aprobación de su padre, Pepe Aguilar, su mayor crítico y mentor. La producción refleja un equilibrio entre tradición y emociones, mostrando una faceta más íntima y madura de la artista.
Como parte del lanzamiento, Aguilar también estrenó el videoclip del sencillo “A dos de borrarte”, buscando establecer una conexión profunda con su audiencia a través de una narrativa cercana y auténtica.
Una artista con visión propia
A sus 21 años, Ángela Aguilar ha alternado presentaciones en vivo junto a su familia y colaboraciones en los conciertos de su esposo, Christian Nodal. Sin embargo, anunció que tiene planes para realizar una gira propia a finales de 2025, en la que busca recuperar la cercanía y la interacción con sus seguidores mediante un enfoque “a la antigüita”, en el que la intimidad y la conexión auténtica sean la prioridad.
Legado y tradición
Al hablar sobre su linaje musical, Aguilar expresó su orgullo por formar parte de una dinastía que ha dejado huella en la música mexicana. “Todo se vale, pero si tienes detrás tradiciones, un legado, es muy importante honrarlo”, afirmó. También mencionó a otras familias icónicas del género, como los Fernández y los Infante, resaltando la importancia de seguir cultivando esa tradición con amor y respeto.
Ángela Aguilar continúa consolidándose como una artista que combina herencia, innovación y autenticidad, reafirmando su lugar en la música mexicana y en el corazón de su público.