Por: Alejandro Toledo
Aplicando una especie de mic drop, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, cerró su quinto informe de actividades, dejando claro que su participación en el movimiento político que él propulsó había terminado; no sin antes darle un seco espaldarazo al gallo de Movimiento Ciudadano, Pablo Lemus.
Sin embargo, semanas atrás fue a través de sus redes sociales donde Alfaro dijo que ya no haría más política partidista – electoral y dedicaría este último año de gestión a ser un buen gobernador, ¿le creemos?.
Es necesario recordar que Alfaro no es monedita de oro ante los ojos de MC nacional, pero, tampoco lo es ante la mayoría de jaliscienses que somos gobernados por él. Esto es importante porque este retiro de la política puede ser parte de una estrategia para hacer ver a Lemus como una opción fresca y lejana a los oscuros de Enrique Alfaro, prácticamente solo acercarle lo bueno a quien será el candidato de los naranjas por la gubernatura.
Esta estrategia puede sumarse a una teoría poco popular, pero posible, pues el separarse de los reflectores le daría a Alfaro la oportunidad de ser una especie de líder moral del ya conocido Grupo Jalisco, sí, ese grupo que confrontó a Dante Delgado y a los referentes del partido naranja a nivel nacional, así como a sus similares en Nuevo León.
Recordemos que el gobernador está enfocado en pasar a la historia y hasta el momento parece lejana esa meta, pero, con la construcción de un grupo político que sea referente nacional en algunas agendas esto puede cambiar.
Sumado a esto, es difícil pensar que Enrique Alfaro pase de 100 a 0, por decirlo de una forma; con esto me refiero a que es complicado creer que después de tener a su dominio el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial, ahora solo se retire sin saber más.
No sabemos con certeza qué es lo que vaya a suceder con Alfaro después de terminar su gestión como gobernador, sabemos que tiene agendas pendientes, pero lo que es un hecho es que convirtió su movimiento en una hegemonía, en un grupo sólido, en una potencia política y que, lo digo una vez más, parece difícil que después de esto solo se retire así como así.
Por lo pronto, ojalá que este año que “se dedicará a solo ser gobernador” se cumplan las agendas pendientes que tiene con sus votantes, que descubramos qué sucedió con la fiscalía aquel 4, 5 y 6 de junio del 2020, que la deuda de Jalisco no crezca más, que no sigan desapareciendo personas, que quienes están desaparecidos regresen a sus hogares; en pocas palabras, que sea un buen año de gobierno, nos conviene a todas y todos.
