Alemania impondrá la vacuna obligatoria a los profesionales de sectores «sensibles», como personal médico o en contacto con personas vulnerables, y restringirá el acceso a la vida pública a los no vacunados cuando se superen ciertos niveles de incidencia y hospitalizaciones.
La canciller saliente, Angela Merkel, anunció un amplio paquete de medidas junto a su probable sucesor, el socialdemocrata Olaf Scholz, tras reunirse con los líderes regionales y ante la alarma por los sucesivos récords de incidencia, que hoy subió a 336,9 contagios en siete días por 100.000 habitantes.