Las mujeres del pueblo de San Miguel Aguasuelos, enclavado en la montaña de Veracruz, amasan la tierra para crear figuras, vasijas de barro y nacimientos navideños en una tradición de más de 400 años.
Desde las entrañas de Naolinco, un frío municipio rodeado por bosques, montañas y acantilados, generaciones de mujeres transforman la tierra con un don, que dicen, Dios les otorgó para convertir el polvo en algo hermoso.