Las altas temperaturas que superan los 40 grados de sensación térmica en Tabasco entre los meses de abril y junio, aunadas a la humedad del trópico, detonan el consumo de bebidas, principalmente de aguas frescas y del tradicional pozol.
En la actual temporada las temperaturas no han sobrepasado los 40 grados centígrados a la sombra, pero sí han llegado a los 38 grados, por lo cual a la intemperie se suman entre tres y cuatro grados centígrados más de sensación, explicó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El jefe de Meteorología de la Comisión Nacional del Agua en la entidad, Gerardo Alarcón Ferreira, indicó que factores como la radiación solar, el concreto y el viento incrementan la percepción de calor y, por tanto, se recomienda la hidratación constante y no exponerse a los rayos solares.
La humedad juega un factor determinante porque genera deshidratación por exceso de sudoración, por lo cual la hidratación es necesaria, señaló el médico general Roberto Roche Vidal.
En especial deben ser cuidados los niños y los adultos mayores, más propensos a golpes de calor o a la deshidratación, así como los que realizan ejercicios al aire libre, pues ahí lo recomendable son los sueros orales, acompañados de agua natural.
Destacó la importancia de tomar bebidas naturales con poca azúcar, pues lo dulce agrava la deshidratación, después de cada actividad física por mínima que sea ante la sudoración.
Mencionó que el tipo de calor que se registra en Tabasco suele causar sensación de agotamiento al estar mucho tiempo en un ambiente caluroso y también se multiplican los casos de problemas en las vías respiratorias.
De igual forma, en el aire hay exceso de partículas suspendidas por los constantes incendios en los alrededores de Villahermosa o de las zonas rurales y llevadas por el viento, lo que contribuye a los problemas respiratorios.
A lo largo del día, sea fuera o dentro de casa, las altas temperaturas y la sudoración elevan no sólo el consumo de energía eléctrica con el uso de ventiladores o aires acondicionados, sino el consumo de bebidas para paliar la sed.
En las calles y plazas públicas se multiplican los vendedores de pozol (cacao molido revuelto con maíz y agua), de frutas frescas, horchatas y de tepache a base piña, mientras en establecimientos se ofertan de frutas de temporada.
Las hay de maracuyá, de coco, de matalí, guanábana, de naranja agria, limonada, carambola, naranja dulce, de pepino con limón, de sandía, de mango o preparados de combinaciones.
Para Juan Gonzalo Rivera Lorenzo, vendedor de aguas frescas y jugos en el Mercado Público “De la Sierra”, en Villahermosa, los preparados han tomado auge hace algunos años.
“Me piden uno llamado energético que contiene tres cereales y un pedacito de cada fruta, y un poco de chocomilk; o el vampiro, que es un licuado de betabel con zanahoria, apio y naranja”, indicó el vendedor de 81 años de edad.
Desde hace 42 años que se dedica a esta actividad, mencionó que se aprovecha todo lo que Dios dejó en la tierra como frutas, verduras o raíces, y entre lo que más hay en Tabasco están la papaya, la sandía, la naranja y el pozol.
Señaló que en los mercados de la ciudad hay variedad de frutas para todos los gustos y hasta plantas para preparar bebidas como la chaya, el matalí, betabel, jamaica o el pepino.
De acuerdo a datos de la Conagua, los meses más calurosos del año en la entidad van de marzo a junio, con picos más altos en abril y mayo que a veces sobrepasan los 40 grados centígrados a la sombra.
Mientras, los meses más frescos en la entidad se registran entre noviembre y febrero, aunque con máximas de 28 a 30 grados centígrados a la sombra.
