Nueva York reforzó su lucha contra el exceso de sal en las comidas.
La Junta de Salud de la municipalidad aprobó una legislación que obliga a las cadenas de restaurantes a señalar en sus menús los alimentos particularmente salados, perjudiciales para la salud.
Es la primera ciudad estadounidense que toma una medida de este tipo, votada en forma unánime por los responsables municipales del aérea de sanidad.
«Esto representa realmente, para mí, el próximo paso en permitir información útil para que nuestra comunidad tome mejores decisiones», dijo a la agencia Associated Press el doctor Deepthiman K. Gowda, miembro de la junta.
«Mi esperanza es que impacte no solamente las prácticas de los consumidores, sino también las de nuestros restaurantes».
Funcionarios municipales dicen que con ello, brindando información sobre alimentos con altos niveles de una sustancia que expertos dicen es demasiado abundante en las dietas de la mayoría de los estadounidenses, lo que eleva los riesgos de hipertensión y ataques cardiacos y apoplejía.
Por su parte, activistas de salud pública aplaudieron la propuesta, pero productores de salud y representantes de restaurantes la llamaron un paso equivocado hacia una serie de advertencias confusas.
«Es otro ejemplo del gobierno creando políticas basadas en datos desactualizados, directrices de sodio incorrectas», dijo Lori Roman, presidenta del Instituto de la Sal, una asociación de productores de sal, en una declaración a AP.
Los platos que superen 2.3 gramos de sodio, es decir más que el aporte máximo diario recomendado, deberán estar señalados en los menús con un salero negro y blanco.
La sal es la principal fuente de sodio y su consumo en exceso se asocia a la hipertensión y a un riesgo más elevado de cardiopatías y accidentes vasculares en el cerebro, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según ese organismo, la mayoría de la gente consume demasiada sal, de 9 a 12 gramos por día como media, es decir dos veces más que el aporte diario recomendado (5 gramos de sal, 2 gramos de sodio).
Los alimentos procesados son a menudo particularmente ricos en sal.
«(Esta nueva reglamentación) debería ayudar a mejorar aún más la salud global de los neoyorquinos», declaró la Alcaldía de la ciudad.
«Con un simple gráfico en el menú y una declaración para alertar a los clientes sobre los platos con demasiado sodio, los neoyorquinos tendrán finalmente acceso a una información que puede afectar su salud», agregó.
La medida será aplicable a un estimado de 10 por ciento de los platos en menús en los restaurantes en Nueva York de cadenas con al menos 15 restaurantes en todo el país, explicó la vice comisionada de Salud de la ciudad, Sonya Angell.
Esas cadenas representan una tercera parte del tráfico en restaurantes en Nueva York.
Con información de AP y AFP.