Por Yuri Guzmán
En el rincón más profundo de mi memoria, late una historia que lleva el aroma de generaciones. Vengo de una familia de mujeres que transformaron la sencillez en magia, que con manos ásperas y corazones grandes, crearon sabores que alimentaron no solo cuerpos, sino también almas. Mis abuelas, ambas crisol de sabiduría y amor a sus hijos, cocinaron para más de diez bocas hambrientas, con imaginación y un toque basto, como si cada plato fuera un acto de resistencia y ternura. La abuela paterna, además, tejió en su oficio la dulzura del queso y el requesón, entregando con cada venta un pedacito de su alma. Hoy, en un día que se tiñe de nostalgia, recuerdo cómo ella, mi abuela, partió de este mundo un 9 de mayo, dejando un legado que llevó con orgullo y reverencia. A lo largo de mi vida, he visto, con atención y gratitud, cómo esas manos mágicas de las mujeres de mi familia crearon sabores que parecían hechizos, que con el tiempo se convirtieron en expertas en el arte de alimentar. Abuelas, tías, tíos, mi madre, mi cuñada… todos con su propia historia, todos dejando su huella en cada plato. Y ahora, aquí estoy yo, heredando ese gusto y ese amor por la cocina, que no es solo un acto de preparar comida, sino un acto de memoria, de identidad, de amor que se transmite de generación en generación. Este plato que hoy comparto, es un homenaje a ellas, a su magia y a su legado eterno.
Ingredientes
1 kilo de costillas de cerdo
5 cucharadas de Mostaza
6 cucharadas de Captsup
Sal y pimienta al gusto
Procedimiento
Precalentar el horno 200°C.
Poner en una olla a cocer las costillas con agua, sal, ajo y unas hojas de laurel.
Mientras en un tazón, combinar, la Mostaza, la catsup, la sal y pimienta al gusto. Ya que estén cocidas las costillas, escurrir y marinar por 20 minutos en el preparado que previamente hiciste.
Colocar las costillas marinadas en una bandeja para horno previamente engrasada, tapar con papel aluminio y hornear por 40 minutos a 175°C.
Pasados los 40 minutos, retirar el papel aluminio y hornear por otros 10 minutos a 200°C.
Puedes acompañarlas con papa al horno ( papas pequeñas cocinadas previamente ) las pones en papel aluminio engrasadas con mantequilla, las cortas en 4 sin llegar al final y en el centro le pones un poco de queso parmesano, y paprika.
Disfruta con tus seres queridos, que serán esas anécdotas las que te hagan saborear los recuerdos de la vida
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