El pasado miércoles, la justicia boliviana dio un giro en el caso que mantenía en su contra al expresidente Evo Morales, al anular una orden de captura en su contra por un supuesto caso de trata agravada de personas. La decisión, que generó reacciones encontradas en el ámbito político y judicial, fue celebrada por el exmandatario, quien afirmó que “llegó la justicia” y destacó la importancia de la lucha del pueblo por la verdad y sus derechos.
La resolución fue emitida por la jueza departamental Lilian Moreno, quien dejó sin efecto la orden de captura y cualquier otra acción judicial que pudiera afectar los derechos de Morales. La decisión se tomó después de que la defensa del exmandatario presentara un trámite para que el caso, radicado en Tarija, pasara a un juez natural en Villa Tunari, donde reside Morales, permitiendo que el proceso comience desde cero.
El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Romer Saucedo, expresó su desacuerdo con el fallo, argumentando que “no comparte la posición de jueces que permiten que ciudadanos procesados por hechos de pedofilia burlen la justicia”, en referencia a las polémicas acusaciones que pesan sobre Morales. Por su parte, el Consejo de la Magistratura anunció que iniciará investigaciones para determinar si hubo alguna falta en la resolución judicial y advirtió posibles sanciones en caso de irregularidades.
El caso que involucra a Morales ha sido uno de los más complejos en la política boliviana en los últimos años. En octubre de 2024, la fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, emitió una orden de captura contra el expresidente, vinculada a acusaciones de tener un hijo con una menor de edad durante su mandato. Posteriormente, un tribunal de Tarija declaró en rebeldía a Morales y ordenó su aprehensión, tras no presentarse a dos audiencias por motivos de salud.
A pesar de las controversias legales, Morales mantiene su intención de participar en las próximas elecciones presidenciales programadas para el 17 de agosto, pese a las restricciones constitucionales que impiden su reelección continua o discontinua. La decisión judicial que favorece al exmandatario llega en un contexto de alta tensión política en Bolivia, donde los debates sobre justicia, derechos y procesos legales continúan en el centro del escenario nacional.
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