México vivió un momento histórico con la única visita del Papa Francisco al país, una gira que dejó huella en millones de fieles y en la sociedad en general. Durante su visita, el pontífice recorrió diversas regiones, promoviendo la paz, la justicia social y el diálogo interreligioso, en un contexto marcado por desafíos sociales y económicos.
La visita inició en Ciudad de México, donde el Papa fue recibido en el Aeropuerto Internacional por autoridades eclesiásticas y civiles, para luego dirigirse a diversos encuentros con comunidades locales y líderes religiosos. Entre las actividades más destacadas estuvo su participación en la Basílica de Guadalupe, donde realizó una oración y compartió un mensaje de esperanza y unidad con los asistentes.
A lo largo de su estadía, el Papa también sostuvo encuentros con jóvenes, migrantes y personas en situación vulnerable, resaltando la importancia del acompañamiento y la solidaridad. En su discurso, hizo un llamado a fortalecer los lazos fraternos y a buscar soluciones pacíficas ante los problemas que aquejan a la nación.
La visita concluyó con una misa multitudinaria en la Plaza de la Constitución, en la que miles de feligreses participaron activamente, expresando su devoción y gratitud por la presencia del pontífice. La gira, aunque breve, dejó una profunda impresión en la sociedad mexicana, consolidando su papel como líder espiritual y promotor del diálogo intercultural.
En este único viaje esto además de en la ciudad de México, en Morelia Michoacán y en Chiapas
Esta única visita del Papa Francisco a México será recordada como un momento de reflexión y esperanza, en un país que busca avanzar hacia la paz y la reconciliación.
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