El Arzobispado de Guadalajara ha tomado la decisión de implementar medidas de protección para la Catedral Metropolitana con el objetivo de prevenir actos vandálicos y grafitis, especialmente durante eventos de gran afluencia como las marchas. Esta decisión surge tras los recientes incidentes ocurridos el 8 de marzo, cuando un grupo de feministas realizó pintas en la catedral y otros edificios públicos durante la marcha conmemorativa del Día Internacional de la Mujer.
El cardenal José Francisco Robles Ortega destacó que no es la primera vez que la Catedral es objeto de estas acciones, aunque la magnitud de las recientes pintas ha sido notablemente mayor. «Lamentamos profundamente estos actos y creemos que las autoridades, a quienes solicitamos apoyo para resguardar el edificio, debieron haber tomado medidas preventivas», expresó.
Para abordar esta problemática, el Arzobispado ha convocado a los feligreses a unirse a las autoridades en la protección de la Catedral. Robles Ortega enfatizó que la colaboración entre la comunidad y las instituciones es crucial para evitar un posible conflicto que pudiera resultar en daños mayores. «Si no está presente la autoridad, hay un riesgo que puede ocasionar un encuentro violento», advirtió.
El cardenal también mencionó que desde el primer día se ha mantenido comunicación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para evaluar los daños causados en la cantera y en la carpintería de la Catedral. Sin embargo, no se ha determinado aún el costo de la restauración ni la técnica específica que se implementará.
Por su parte, el Gobierno del Estado ha anunciado la colocación de productos químicos antigraffiti en respuesta a los daños sufridos. Los gastos relacionados con la restauración de la Catedral serán asumidos tanto por el Ayuntamiento de Guadalajara como por el Gobierno del Estado, en un esfuerzo conjunto por preservar este emblemático patrimonio cultural.
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