En un sorprendente operativo que tuvo lugar ayer, las autoridades de seguridad pública desmantelaron una sofisticada red de internet satelital operada por internos del penal de esta ciudad. La intervención, que involucró a la Policía Estatal Preventiva, la Guardia Nacional, la Defensa y la Fiscalía General de la República (FGR), reveló la existencia de equipos de alta tecnología, incluyendo antenas de la empresa Starlink, del magnate Elon Musk.
La inspección se prolongó por varias horas y resultó en el hallazgo de dos antenas del sistema Starlink, cinco módems, tres bandas anchas inalámbricas (BAM), 39 teléfonos celulares, 10 tarjetas SIM y cuatro radios de comunicación. Además, las autoridades encontraron un arsenal de objetos prohibidos que incluía un machete, un hacha corta, 56 cuchillos y navajas, así como herramientas como desarmadores y tijeras, además de dos dosis de marihuana.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) anunció que todos los artículos incautados han sido puestos a disposición de las autoridades ministeriales para iniciar las investigaciones pertinentes y deslindar responsabilidades. Este descubrimiento no es un caso aislado, ya que apenas el miércoles pasado, se habían confiscado otra antena Starlink, un módem, y un notable arsenal de 19 armas blancas y tres bebidas alcohólicas en el penal de Culiacán.
A pesar de la magnitud de estos hallazgos, las autoridades aún no han proporcionado explicaciones sobre cómo este equipo de tecnología avanzada y otros artículos ilícitos lograron ingresar al penal. Tampoco se ha dado a conocer si se tomarán acciones contra el personal encargado de la administración del centro penitenciario, lo que deja en el aire la pregunta de la seguridad y la supervisión en estos espacios.
Este incidente pone de relieve la necesidad urgente de revisar las medidas de seguridad en los centros penales, así como de evaluar la influencia de las nuevas tecnologías en la vida de los internos, quienes parecen haber encontrado maneras de sortear las restricciones impuestas por el sistema penitenciario. La situación continúa desarrollándose, y las autoridades están bajo presión para aclarar cómo se permitió que este tipo de operaciones se llevaran a cabo bajo su vigilancia.
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