performing, during a concert at Banorte Stadium on January 18, 2023 in Monterrey, Mexico. (Photo by Medios y Media/Getty Images)
Muse es una banda que expresa su amor por México de formas que sólo sus fans pueden entender claramente. Un tímido e icnomprensible “We love you” es más que suficiente para expresar lo que ya está claro en una producción digna de los mejores escenarios del mundo. El turno, esta vez, fue del pletórico Foro Sol de la Ciudad de México en su primera presentación por el “Will of the people Tour” del domingo 22 de enero.
De pocas palabras es Matt Bellamy, vocalista de Muse, quien interactúa con sus seguidores más recalcitrantes a través de los sonidos que han hecho suyos por casi 20 años. Una tonalidad es suficiente para decir “los escucho”, una llamarada furiosa al inicio del show basta para aclarar que el regreso de la banda no es una realidad, es un sueño que finalmente pasó.
Los músicos británicos llegaron al Foro Sol conscientes de que su tarea no era brindar un show eterno, sino un espectáculo que, si bien podría antojarse corto, tenía los elementos necesarios para generar un microsismo durante casi dos horas. Eso sí, precedido por la aparición del talento emergente de “The Warning“. Una vez acabados los preámbulos, arrancó la fiesta.
Al momento en que las luces se apagaron, la revolución inherente de Muse arrancó con “Will of the people“, seguida por un interludio que daría paso a “Hysteria“. Un inicio tranquilo que no dejaría ver la totalidad de la producción que se tenía preparado. Lo que sí se veía era el logo llamativo que han usado en la gira por el álbum homónimo de la gira.
“¡Ciudad de México!“, gritó Bellamy casi al inicio del show, cuando los casi 60 mil asistentes aún no lograban entrar en calor a pesar del fuego en el escenario imponente. Aún con el intro en honor a Rage Against the Machine previo a “Psycho“, la gente sabía que lo mejor estaba por venir.
La gente, la inagotable masa que abarrotó el coloso de la Ciudad Deportiva, casi no podía ver por las máscaras de 150 pesos que se vendían desde la puerta 1 del Palacio de los Deportes hasta el acceso general del Foro Sol. Aquella capucha con tintes metálicos que, a pesar de estar hecha de cartón, viste la identidad de la comunidad que sigue incansablemente a Muse.
Aquella máscara que los músicos lucieron en la primera canción se postró gigantesca en el escenario. A partir del cuarto tema, la impresionante figura no se escaparía de la vista y sería testigo de la euforia que vendría a continuación.