El crimen organizado ha aprovechado la crisis migratoria en México para hacerse de un jugoso negocio que ronda entre los 3.000 a 5.000 millones de dólares anuales, según estiman expertos en migración y narcotráfico.
La tragedia del pasado 9 de diciembre en el estado mexicano de Chiapas, en la frontera sur con Guatemala, en donde 56 inmigrantes murieron por la volcadura de un camión en el que viajaban hacinados, ha puesto de relieve la dimensión «del tráfico de personas a manos del crimen organizado, un problema al que no se le ha puesto atención», explicó este miércoles a Efe Gabriela de la Paz, académica del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey.