Todos los días recorre las calles de Ciudad de México para hacer campaña electoral, aunque no necesita darse a conocer. Los vecinos identifican perfectamente la máscara de luchador del Tinieblas, quien a sus 81 años dará su último combate en el ring de las urnas.
«¿Por qué el Tinieblas no puede cerrar con broche de oro su carrera? Gane o pierda voy a poner esto como antecedente del final del Tinieblas», cuenta este lunes a Efe el luchador, sentado en un puesto de tacos callejero de la Venustiano Carranza, alcaldía del occidente de Ciudad de México que aspira a gobernar.