El Consejo de Ministros español aprobó hoy la modificación a la ley de educación en la que la formación religiosa perdería peso, impulsaría la igualdad en los estudios medio superiores e intentaría minimizar el número de alumnos reprobados.
La nueva ley quitaría el carácter de obligatorio a las materias de religión en el bachillerato, sus calificaciones no impactarían en los promedios finales y se reforzaría la educación ética desde los primeros niveles de educación básica.
También, eliminaría las modificaciones realizadas por el Partido Popular en el pasado, en las que se privilegiaba a algunos alumnos por sus calificaciones y evitaban que aquellos que no aprobaran algunas materias llegaran al siguiente nivel escolar, informó Europa Press.
Con el proyecto se esperaría que los estudiantes reducieran el número de años repetidos, ya que España es el segundo país del continente con una tasa mayor de repetidores a nivel secundaria, según las estadísticas de la UNESCO entre 2015 y 2016.
Dejarían a un lado las clases o materias con preferencia a un género y sería implementado un modelo de “coeducación” donde los alumnos y las alumnas tendrían acceso a los mismos contenidos, informó El País.
La educación del país sería de nuevo centralizada y los estudiantes tendrían un programa al 55 por ciento diseñado por los sistemas de educación nacionales, aún en las autonomías, aunque se contemplaría el uso de un idioma diferente al castellano, como es el caso del catalán, el euskera, el gallego, entre otros.
Esta ley también incluiría un programa de educación para bebés de cero a tres años, aunque el piloto iniciaría con los menores que más lo necesiten y evaluarían las condiciones del proyecto para ampliarlo.
La Ministra de Educación Isabel Celaá impulsará el debate de esta ley en la cámara de diputados, donde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos, tienen gran parte de los escaños, aunque no la mayoría, pero podrían darle un fuerte respaldo a la ley.
