Por: Jaime Castillo Copado
Lo que la gente quiere
Los políticos piensan la mayoría de las veces al revés de uno, de eso no cabe la menor duda.
Cuando por alguna razón llegan al poder, su acción inmediata es poner la mente en el siguiente puesto, como siguiendo el consejo de los consultores chafas que recomiendan que comiencen su campaña al día siguiente que ganaron otra. Por eso llegan al absurdo de hacer y promover cosas que francamente no tienen razón o sentido. Como el pasado Día Sin Auto, cuando vimos en las redes sociales decenas de fotografías con políticos transportándose de un lugar a otro en camión o en bicicleta, como si regularmente lo hicieran. Pero mentira, los ciudadanos ya esas fantochadas ni nos las creemos, y peor quedan con tarugadas como ponerse el casco de ciclista al revés o llegando en la «rila» para regresarse en carro. Neta, de verdad por eso la política ya suena cada vez más a una vacilada.
El caso es que la gente no quiere lo que los políticos quieren; ni piensa en lo que los políticos piensan. Básicamente porque a los políticos les ganan las ambiciones, así en plural.
Por supuesto que no hay que generalizar, pero hoy día parece haber toda una generación de politicos, que además de pensar en su siguiente puesto, han anotado en su lista de prioridades todo tipo de cosas, menos actuar pensando en los electores, simplemente, poniéndose en sus zapatos. Una clara ilustración es que si pensaran más en la gente, buscarían legislar para brindarles mejores condiciones de vida, como por ejemplo, unas buenas vacaciones.
Y no bromeo cuando le digo que todos los mexicanos deberíamos tener derecho a más días de asueto, para viajar y conocer más gente y lugares.
Saco el tema a colación porque es el Día Mundial del Turismo y de nueva cuenta corremos el peligro de que nos salgan con su batea. Necesitamos una reforma laboral con mayores prestaciones donde se «trabaje» menos, no le hace que se produzca más.
Menos horas de trabajo, mejores sueldos para poder viajar, no sé… que pongan su cabecita y la de sus asesores a pensar; porque nada más falta y hoy nos quieran vender en sus portales de Facebook puras fotos de paisajes o numeritos con estadísticas de lo bien que va la industria turística.
Reformas es lo que queremos: más días de vacaciones, mejores sueldos y menos días y horas de trabajo. Así si celebraríamos gustosos el Día del Turismo.
