Se supone que estarían viendo una película, pero cuando volteas a tu galán, él está jugando plantas contra zombies. O cuando salen a cenar, él está viendo Instagram, en lugar del menú. ¿Cuál es su problema? ¿Por qué está más interesado en su teléfono que en ti?
A este problema se le llama phubbing… y es un tema que deberías tomarte en serio. El smartphone se ha vuelto cada día más importante y, querámoslo o no, también lo es, lo ha sido y lo será en nuestras relaciones sociales y amorosas.
Chécate: Antes de ponerte loca, es importante que analices tus propios hábitos. Durante 7 días, pon atención a lo que haces y no haces con tu teléfono cuando estás platicando o conectándote con alguien. En esos días, apaga tu celular o déjalo en otra habitación y, cuando estés tentada de ir por él o prenderlo, sé consciente de lo que haces y oblígate a estar presente dentro de tu conversación. Cuando pases menos tiempo en la pantalla, los hábitos de tu pareja serán mucho más aparentes… y ahí podrás decidir si eres víctima del phubbing o no. Piénsalo de esta forma: Es fácil pedirle cambios a los demás, pero ¿estás dispuestas a hacerlos tú misma?
Háblenlo: Dile sobre tu experimento y menciónale que has estado poniendo más atención a TUS hábitos. De esta forma no se pondrá a la defensiva y te permitirá expresarte completamente. En conclusión: dile que te sientes ignorada y poco apreciada y que preferirías pasar más tiempo de calidad con él.
Toma acción: Pon reglas en la casa y en su relación. Si van a estar juntos, el cel estará apagado. O si quieres empezar con algo menos drástico, al menos lo pondrá en silencio cuando tengan su clase de cocina. El punto es que disminuyan el uso y el control del teléfono, pero sin que uno u otro se sienta controlado.
