1. Optar por cereales integrales en el desayuno
Como todo el resto del cuerpo, el cerebro no puede funcionar sin energía. La habilidad de concentrarse y enfocarse requiere del adecuado abastecimiento de combustible en forma de glucosa, que luego es enviada al cerebro. Los cereales integrales envían la glucosa lentamente al conducto sanguíneo, para luego mantener la cabeza alerta durante el resto del día.
2. Incorporar pescado a las comidas
El cuerpo humano no es capaz de producir los aceites esenciales que necesita. Por eso, es recomendable consumir pescados porque contienen Omega 3, que es muy importante para el adecuado funcionamiento del cerebro y el corazón. Algunos de los que aportan estos aceites son el salmón, la trucha y las sardinas, entre otros.
3. Animarse a comer arándanos
Según un estudio realizado en los Estados Unidos, los arándanos ayudan a a combatir la pérdida de memoria.
4. Consumir mayor cantidad de tomates
Son una fuente muy rica de antioxidantes, que ayudan a que las células del cuerpo no se dañen y a prevenir enfermedades como el Alzheimer.
5. Aportarle más vitamina B al cuerpo
Las vitaminas cumplen un rol muy importante en el organismo. Tales como la B6, B12 y el ácido fólico, ayudan a reducir los niveles de homocisteína en la sangre. Tener un nivel alto puede provocar un ataque al corazón.
6. Ingerir vitamina C
Frutas como el casis tienen un alto valor de vitamina C, que ayuda a incrementar la agilidad mental.
7. Sumar semillas a las comidas
Solo un puñado de semillas de calabaza al día suplen la cantidad necesaria de zinc que necesita el cuerpo diariamente. Fundamental para la memoria y la capacidad de pensar.
8. Apostarle al brócoli
Es un alimento no muy amado por muchos, pero resulta que es una gran fuente de vitamina K, que ayuda a las funciones cognitivas y estimula al cerebro.
9. Condimentar las comidas con savia
Esta planta tiene una larga reputación por elevar los niveles de memoria.
10. Comer más nueces
Un estudio publicado en el American Journal of Epidemiology, sugiere que una buena cantidad de vitamina E puede combatir los problemas cognitivos. Las nueces son una gran fuente de esta vitamina, al igual que los vegetales verdes, los espárragos, las aceitunas y los huevos.