Aunque a veces neguemos o afirmemos algo con las palabras que decimos, podemos delatarnos con lo que nuestro cuerpo expresa.
Este tipo de lenguaje puede usarse completamente a nuestro favor. Con las técnicas adecuadas, pronto podrás tener eso que tanto buscas y que necesitas un poco más de seguridad en ti mismo para lograr.
Sonríe
Muchas veces expresamos exactamente lo que sentimos aunque tratemos de disimular. Debes de sonreír en todo momento, darás un mensaje positivo y la gente tiene buenas reacciones a esta expresión.
Ojos al frente
No pierdas tu mirada, siempre ve a los ojos de quién habla o con quién tienes la conversación. La gente percibirá la seguridad en ti mismo.
Cuando saludas a alguien, siempre atento.
Cuando das la mano, ve a los ojos y no lo pierdas de vista, no de manera intensa, de una forma mucho más relajada y dándole la confianza de hablar.
Sin prejuicios, trata a todos bien.
Sé amigable, no sabes a quién puedes conocer. Esto es cuestión de educación pero mucha gente lo salta y si no les gusta lo que ven, actúan de manera desagradable. Nunca lo hagas y que tus expresiones y movimientos sean positivos.
Atención a como llegas a un lugar
Siempre queremos saber si conocemos a alguien o analizamos a la gente, realiza esto de manera calmada y relajada y no actúes como un fanfarrón completamente.
Cuida tu apretón de manos
Necesitas ser sólido y firme. No rompas la mano que estrechas, algo moderado. Esto enviará el mensaje correcto de carácter.
Siempre abierto
Cuando te hablen, escucha y relaja tu cuerpo. La gente sentirá que pueden contar contigo para que los escuches y hablar de nosotros mismo o de nuestros problemas es una gran terapia.
Positivo y feliz
Ya dijimos que sonrieras, pero necesitas mantenerte feliz y mostrarle a la gente que lo estás, cuando las cosas salgan mal, trata de ser positivo. Si haces de esto un hábito, será muy natural.
Respeta
Escucha con atención, muéstrate interesado, asiente y dale el tiempo a la persona que te habla.
Postura correcta
Evita estar muy relajado o acartonado. No eres una cama de agua ni tampoco un robot. Tu postura debe ser derecha y erguida. Proyectarás mucha confianza y seguridad.