El número de desaparecidos en el incendio en una conocida zona de ocio de la ciudad española de Murcia se redujo este lunes a dos, tras localizar con vida a tres personas de las cinco que permanecían en paradero desconocido desde el trágico suceso en el que fallecieron 13 personas.
El fuego comenzó en la madrugada del domingo en uno de los locales del complejo de las Atalayas, una popular zona de Murcia, donde comparten espacio decenas de discotecas, locales de comida rápida y clubes nocturnos, sin que de momento se conozca el origen exacto del siniestro.
Las llamas se extendieron rápidamente a las dos discotecas anexas, una de ellas frecuentada por la comunidad latina, en un momento en el que todavía quedaba gente disfrutando de una noche de fiesta con amigos.
Las tres personas que se han localizado están en buen estado y habían contactado con sus familias, informaron fuentes municipales.
Hasta el momento, se ha logrado identificar a tres de las víctimas por sus huellas digitales, y el resto se está tratando de hacer mediante pruebas de ADN a través de sus familiares.
Además de los 13 fallecidos, 24 personas resultaron heridas y no se descarta encontrar alguna víctima más, ya que los bomberos están apuntalando las zonas de los locales que colapsaron para posibilitar el acceso de los servicios de emergencia.
La mayoría de las víctimas mortales se encontraban en el local conocido como la Fonda Milagros, donde colapsó la primera planta y se desplomó, de acuerdo a los datos recabados por los investigadores.
Aunque en un primer momento los servicios de emergencia situaron el origen de la tragedia en la discoteca Teatre, posteriormente la Policía informó de que el fuego se había desatado en la Fonda y que desde ahí se había extendido a Teatre y a otra discoteca, Golden, frecuentada por la comunidad latina.
Se trata del incendio más mortífero registrado en España en un local de ocio desde la tragedia vivida en 1990 en la discoteca “Flying” de Zaragoza, donde murieron 43 personas.
La mayor tragedia en una discoteca tuvo lugar en Madrid el 17 de diciembre de 1983, cuando un incendio originado tras las cortinas del escenario de la discoteca Alcalá 20 acabó con la vida de 81 personas, la mayoría jóvenes.