Después de tres décadas, Sir Paul McCartney ha comenzado con el proceso para volver a adquirir el catálogo de The Beatles, el cual fue comprado por Michael Jackson.
El Acta de Derechos de Autor de 1976 le da a los autores de las canciones la posibilidad de reclamar la parte que le toca a la editora, y aquellas canciones que fueron escritas antes de 1978, pueden ser reclamadas en su totalidad por sus compositores después de 56 años de haber sido escritas. A partir del 2018 el catálogo de The Beatles podrá calificar para esto.
Sin embargo, McCartney solo es elegible para reclamar la mitad de las composiciones Lennon-McCartney, y solamente en los Estados Unidos. En 2009, Yoko Ono hizo un trato con Sony/ATV, dándole a la compañía los derechos de la mitad perteneciente a Lennon (será vigente hasta después de que se cumplan 70 años a partir de la muerte de McCartney).
Curiosamente, Paul McCartney realmente nunca ha sido dueño de la mayor parte de sus composiciones realizadas durante la época en la que estuvo en The Beatles. Originalmente fueron propiedad de Northern Songs, la editora establecida por el manager de la banda, Brian Epstein. Después de que Epstein falleció en 1967, Northern songs fue vendido a ATV Music, pese a los esfuerzos realizados por Lennon y McCartney de comprar dicha compañía.
En 1985, Michael Jackson compró ATV Music después de platicar con McCartney acerca del valor de la música publicada. McCartney consideró la compra de Jackson como una traición de su amistad, ya que él conocía la ambición de McCartney por obtener su propio catálogo de canciones. Diez años después, Jackson accedió a fusionar ATV con Sony, cediendo la mitad de su propiedad en el proceso. Este mes, Sony adquirió el 50% que le seguía perteneciendo a Jackson.
