Por: Verónica Juárez Piña
En el marco de la sesión en la que se conmemoró el 104 aniversario de la Constitución de 1917, en la tribuna de la Cámara de Diputados refrendé el compromiso del Partido de la Revolución Democrática y de las y los diputados que integran la fracción parlamentaria; en la defensa de la República representativa, laica, democrática y federal emanada de la Revolución Mexicana.
Hoy, más que nunca, la Constitución debe ser la guía fundamental para superar las graves crisis que padece el país e impulsar los cambios que se requieren con urgencia con base en lo que hemos sido, lo que somos y lo que queremos ser como Nación y como pueblo.
La Constitución es la ley suprema de los mexicanos al establecer derechos y obligaciones que todas y todos debemos cumplir y no evadir en aras de un proyecto político que ha resultado fallido a todas luces o de alguna visión moral que violenta los derechos humanos.
El mejor homenaje que podemos ofrecer a la Constitución en su 104 Aniversario, es acatar sus mandatos y hacer cumplir las garantías constitucionales a las que todas y todos tenemos derecho. Sin embargo, el Presidente y su partido, Morena, a través de sus legisladoras y legisladores, van en sentido contrario.
Así, por ejemplo, en la presente Legislatura han perpetrado graves retrocesos a la Ley Fundamental y con ello han atentado contra los derechos humanos, como sucedió con los cambios en materia de prisión preventiva oficiosa y la habilitación de las Fuerzas Armadas para realizar funciones de seguridad pública.
Otras modificaciones contrarias a la Carta Magna han sido a través de otras leyes, como las referentes a remuneraciones de servidores públicos, educación, desarrollo, fomento, combate a la corrupción y gasto público.
Otro ejemplo, es que los presupuestos de Egresos de la Federación, en lugar de priorizar el gasto para inversión productiva, educación, salud, campo e igualdad de género; limitan la acción del Estado al recortar el gasto en esos rubros. La extinción de fideicomisos evidenció la opacidad y simulación de este gobierno en el ejercicio del gasto y combate a la corrupción.
No sólo con reformas regresivas, sino también en los hechos, han anulado la efectividad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y los órganos reguladores del Sector Energético, y atentado abiertamente contra el Estado laico y, además, militarizado al país.
Además, han sido omisos en su obligación de garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, incluso registraron como candidato al gobierno de Guerrero a Félix Salgado Macedonio, quien tiene varias denuncias en su contra por presuntas violaciones.
El Presidente, quien debiera ser el primer obligado en cumplir la Constitución, pretende coronar ahora sus esfuerzos anticonstitucionales con una reforma eléctrica para estancar el desarrollo nacional y la inversión, y generar primordialmente energía cara y sucia.
También busca desaparecer organismos constitucionalmente autónomos que garantizan derechos como el acceso a la información pública y la protección de datos personales; y atentar contra la libertad de expresión con la pretensión de regular las redes sociales.
Por todo lo anterior, las y los diputados integrantes del GPPRD conmemoramos este aniversario reiterando nuestro compromiso en defensa de nuestra Constitución, los Derechos Humanos de las y los mexicanos, de la democracia, la pluralidad, el federalismo y el Estado laico.
