Por: Lucy Pérez Camarena
No podemos negar el avance de la participación política de las mujeres, nuestra presencia femenina se ha hecho presente en los diversos espacios de toma de decisiones y a través de los cargos de elección popular.
Si bien a la paridad le antecedieron acciones afirmativas como las cuotas de género, es innegable que los espacios que hemos ido ocupando, en mucho han sido gracias a la unidad de las mujeres de todos los partidos y a las activistas, quienes desde su trinchera han impulsado este avance y han tejido agendas en pro de los derechos femeninos.
Sin embargo, aun cuando hemos ido logrando mayor acceso a posiciones de poder, aún persisten dificultades para que cada vez más mujeres puedan participar en espacios competitivos.
La resolución reciente del IEPC, quien desechó la propuesta para garantizar la paridad en las elecciones del 2021 en 10 de los municipios más poblados y que optó por un sistema de bloques en los que cada partido incorpore a mujeres en las posiciones, dificultará el acceso a candidaturas de las mujeres y la posibilidad de que sean electas.
Con esta decisión se deja a la voluntad de los partidos determinar las candidaturas que serán encabezadas por mujeres, lo cual les asegura cumplir con la legislación, pero no garantiza la posibilidad de que esos espacios sean competitivos.
Un gran reto se avizora para las mujeres que tengan la intención de participar de cara al proceso electoral del próximo año, pues el escenario con estas determinaciones las pone en una situación de desventaja.
Aunado a esto, en la mayoría de los partidos políticos la “venia” para que una mujer juegue una posición electoralmente hablando está también supeditada a otros criterios como la identificación de ellas con los grupos de poder al interior de los partidos, cerrando espacio a quienes de manera personal y profesional han mantenido un camino propio con una trayectoria personal, quienes no siempre cuentan con las simpatías e impulso para acceder a esas posiciones.
Aun habrá que ver si la resolución del IEPC no contraviene el espíritu de las reformas aprobadas en materia de paridad y si esta resolución no es impugnada por grupos de la sociedad civil quienes han venido impulsando iniciativas para garantizar la plena participación política de las mujeres en nuestro Estado.
Esperemos que en los partidos los perfiles de las mujeres que han logrado tener incidencia ciudadana sean tomados en cuenta por su capacidad, trayectoria, compromiso social y que veamos en las candidaturas en el próximo proceso electoral mujeres que realmente representen a los diferentes sectores de la población y abanderen causas que den respuesta a las problemáticas actuales que la ciudadanía demanda, representando los verdaderos intereses de las familias jaliscienses.
