Cannes ha recibido a Woody Allen con la expectación habitual pero el estreno de su última comedia se ha visto enturbiado por el retorno de la polémica sobre presuntos abusos sexuales. Cafe Society se ha presentado pero salpicada de suciedad en los titulares.
Porque uno de los hijos de Woody Allen, Roman Farrow, ha hecho unas declaraciones incendiarias a Hollywood Reporter.
Roman Farrow ha asegurado que su hermana Dylan (hija también de Mia Farrow y Woody Allen) sufrió abusos sexuales por parte del director de Manhattan.
Los abusos sexuales se produjeron cuando Dylan tenía 7 años, según Roman Farrow.
Unas gravísimas acusaciones que la propia Dylan ya hizo en su momento y que Roman Farrow no hace sino reiterar.
En Europa algo así supondría el procesamiento inmediato de la persona acusada pero en Estados Unidos las cosas son más complejas y cuando esta historia salió a la luz hace un tiempo no tuvo consecuencias ningunas para Woody Allen.
Para empezar porque Woody Allen negó tajantamente haber abusado de su propia hija.
Mia Farrow y Woody Allen, una historia de amor muy oscura
Todo un asunto extremadamente desagradable y que se enmarca en la turbia relación que mantuvieron Woody Allen y Mia Farrow y que acabó como el rosario de la aurora.
La actriz y el director se quisieron muchísimo, tuvieron hijos y adoptaron a otros. Y Woody Allen acabó manteniendo una relación sentimental con Son Yi, hija adoptiva de la pareja. Algo que supuso un escándalo mayúsculo y que Mia Farrow jamás ha perdonado a Woody Allen.
Además, añádase la rumorología y maledicencia: Roman Farrow tiene un parecido importante con Frank Sinatra, que fue pareja de Mia Farrow, y hay quien ha sugerido que tal vez (ejem) Roman sea hijo de Frankie y no de Woody.
Una historia muy fea que ha acompañado a Woody Allen durante su estreno en Cannes.