La compañía automotriz sueca Volvo Cars comunicó este lunes la reducción de aproximadamente 3,000 empleos en su plantilla global, como parte de un plan para disminuir costos y afrontar el complejo escenario que atraviesa la industria automotriz. La medida afectará principalmente a empleados en Suecia, con alrededor de 1,200 despidos directos y otros 1,000 puestos ocupados por consultores, también en Suecia. Además, se prevé la eliminación de puestos en diversos mercados internacionales, en su mayoría en funciones administrativas.
Håkan Samuelsson, presidente y CEO de Volvo Cars, expresó que las decisiones tomadas, aunque difíciles, son fundamentales para construir una compañía más fuerte y resistente en un contexto marcado por tensiones comerciales y una economía incierta. “La industria automotriz está en medio de un período desafiante. Para enfrentarlo, debemos mejorar nuestro flujo de caja y reducir estructuralmente nuestros costos”, afirmó.
Con una plantilla de aproximadamente 42,600 empleados a tiempo completo, Volvo Cars, filial de la china Geely, enfrenta obstáculos como el incremento en los precios de materias primas, un mercado europeo en contracción y aranceles del 25% sobre automóviles y acero impuestos por Estados Unidos. La firma mantiene su sede en Gotemburgo, Suecia, y opera plantas en Bélgica, Carolina del Sur y China, enfocada en la fabricación de automóviles y camionetas.
Estas medidas reflejan la necesidad del sector de adaptarse a un entorno global de desafíos económicos y comerciales, en busca de mantener su competitividad y sostenibilidad a largo plazo.