Por: Salvador Cosío Gaona
Dispuesto a salirse con la suya, como es su costumbre, el presidente de los Estados Unidos de América del Norte, Donald Trump, ha argumentado una supuesta crisis humanitaria y de seguridad en la frontera sur de su país, para declarar una “emergencia nacional” con la finalidad de conseguir 8 mil millones de dólares para financiar el muro que dividirá el borde con México. El inquilino de la Casa Blanca ha calificado y justificado la -“emergencia”- y aún cuando no lo es, con el sello característico del magnate que solo juega a ganar, ha dispuesto esa vía para conseguir el recurso que le negó la Cámara de Representantes.
Trump ha recurrido a una ley de 1976 con más de medio centenar de precedentes para financiar el muro fronterizo con México. El titular es de impacto y, en esta ocasión, implica una generosa partida de 8 mil millones de dólares para financiar el muro fronterizo con México que tanto ha pregonado el presidente de Estados Unidos desde su llegada a la Casa Blanca. Sin embargo, este recurso potestad del jefe de Estado y de Gobierno norteamericano es una fórmula más habitual de lo que cabría esperar. Tanto es así que desde la aprobación de la ley de Emergencias Nacionales en 1976 se han declarado más de medio centenar de ellas –de las cuales 31 siguen hoy activas.
George W. Bush decretó la emergencia nacional 12 veces, incluso después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001; Barack Obama lo hizo 13 veces, incluida la epidemia de gripe porcina en el año 2009. La declaratoria esta vez, es la cuarta durante el mandato de Trump. Una idea que, en esta oportunidad, ha sido rechazada por los gobernadores de California y Nuevo México.
La declaratoria sirve para que el jefe de Estado y de Gobierno esquive el filtro del Congreso, estación de paso obligado para todas las partidas presupuestarias, según fija la Constitución estadounidense.
De este modo, con un Congreso contrario –los demócratas obtuvieron mayoría en la Cámara de Representantes en los últimos comicios legislativas de mitad de mandato–, Trump desbloquea un proyecto del muro para la frontera con México que el Congreso había vetado.
Con todo, para aplicar la declaración de emergencia, el presidente de Estados Unidos tiene que cumplir un doble requisito: sólo puede usar prerrogativas que ya le haya otorgado el Congreso, y tiene que precisar cuáles son.
“Nuestro país se enfrenta a una invasión de drogas, traficantes de personas y todo tipo de delincuentes y bandas criminales”, enumeró Trump para justificar la imperiosa necesidad de hallar fondos para levantar el polémico muro, que pretende que se estire unos 376 kilómetros de barrera formada por postes de acero, y no de hormigón.
Bajo la emergencia nacional, Trump puede desviar los fondos de otras partidas presupuestarias ya autorizadas por el Congreso y dedicarlos a su proyecto fronterizo. Las leyes existentes permitirían, por ejemplo, que se usaran fondos del Pentágono para construir el muro, si se justifica como necesario para la defensa nacional. Según informes de prensa, la Casa Blanca también evalúa recurrir a fondos de ayuda para desastres aprobados para California y Puerto Rico, algo controvertido dado que esta isla aún se recupera del impacto del huracán María en 2017.
Con la declaración de una emergencia nacional para financiar la construcción del muro en la frontera sur, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría, según analistas, estar extralimitándose en sus funciones y desencadenar una serie de demandas en las cortes.
Por lo pronto, cientos de personas han comenzado a reunirse en diversas ciudades de Estados Unidos para manifestarse contra la declaración de emergencia nacional.
Las protestas, organizadas por el grupo liberal MoveOn y otros, califican la declaratoria como antidemocrática, antiinmigrante y fundamentada en una emergencia inexistente.
Mientras el mandatario estaba en Florida, cientos de manifestantes se presentaron ante la Casa Blanca y entonaron lemas como: “Trump es la emergencia nacional”.
En un mitin previo, unos cuantos manifestantes pro Trump mostraban un cartel que decía: “Terminen el muro”.
Mientras tanto, dieciséis estados presentaron el lunes por la noche una demanda en contra de la declaración de emergencia nacional del presidente Donald Trump.
El grupo de estados, encabezado por secretario de Justicia de California, Xavier Becerra, presentó la demanda en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Norte de California.
“Vamos a tratar de impedir que el presidente viole la Constitución, la separación de poderes, que robe de dinero de los estadounidenses y de los estados que el Congreso ha asignado, legalmente”, dijo Becerra a Kate Bolduan, de CNN.
Los secretarios de Justicia de Colorado, Connecticut, Delaware, Hawai, Illinois, Maine, Maryland, Michigan, Minnesota, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón y Virginia se unieron a California en la demanda.
La emergencia que no lo es, ha convocado ya a sectores importantes de la Unión Americana a manifestar su rechazo, las protestas y manifestaciones de inconformidad no se han hecho esperar y ya los demócratas han comenzado a preparar la batalla legal que darán ante tal medida.
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