El pasado 28 de septiembre, Alejandro David González, de 25 años, fue arrestado por la policía de Glendale, Arizona, acusado de asesinar brutalmente a su madre, Teresa De Jesús Cruz Rubio, de 49. El macabro hallazgo se produjo en la residencia de la víctima tras no presentarse en una fiesta sorpresa de cumpleaños organizada por su familia, informó New York Post.
Según un comunicado de prensa del departamento de policía de Glendale, González enfrenta cargos de asesinato en primer grado y robo de un medio de transporte.
Fuentes de People señalaron que la mujer fue encontrada decapitada en su hogar, con rastros de sangre por toda la vivienda. La policía acudió al lugar cerca de las 23:45 horas del viernes 27 de septiembre, tras una llamada al 911 realizada por la hermana de la víctima. El reporte también señaló que la víctima presentaba múltiples heridas de arma blanca en el abdomen, pecho y brazos.
Rubio había estado en contacto con su hermana ese mismo día, confirmando su asistencia a lo que ella creía sería una “reunión familiar”. Sin embargo, al no responder a las llamadas telefónicas y no presentarse al evento, su hermana decidió ir a su casa, donde descubrió la escena del crimen. New York Post informó que la familia “tuvo que llamar a un cerrajero para poder ingresar a la vivienda”.
La policía expresó que no encontraron señales de entrada forzada al domicilio. Poco después, se vio el vehículo de Cruz Rubio, un GMC Yukon prestado por su hermana, huyendo de la zona. Según el comunicado de prensa, la policía revisó grabaciones de video que mostraron el automóvil alejándose con un hombre que se cree era González al volante.
Al día siguiente, aproximadamente a las 2:40 am, la policía de Phoenix localizó el vehículo en una estación de servicio. El sospechoso fue detenido cerca de las 3:30 horas. La policía vio a González entrando y saliendo del vehículo antes de arrestarlo. Supuestamente, tenía lo que parecía ser sangre seca en las piernas y calcetines, señaló People.
Durante el interrogatorio, el acusado afirmó que su madre lo había recogido recientemente de la cárcel, le había dado de comer y lo había dejado en su apartamento. Allí, González confesó haber “fumado metanfetaminas” con un desconocido, quien presuntamente habría atacado a su madre. Según el hombre, él solo la apuñaló y decapitó después de que el desconocido ya la hubiese herido.
A pesar del relato del sospechoso, las autoridades no creen que haya suficiente evidencia para sugerir que tuvo un cómplice. Adicionalmente, los familiares señalaron a las autoridades que González tenía “condiciones mentales” y era “capaz de matar” a su madre, relató el New York Post.
Cruz Rubio, descrita como una “maestra querida” de Southwest Key Programs, habría estado en contacto con su hermana durante todo el día de su cumpleaños antes de su lamentable fallecimiento.
“La víctima nunca apareció a la fiesta, por lo que la familia se preocupó y fue a la casa para tratar de contactarla sin éxito”, explicó el sargento Bryan Hoskin en una conferencia de prensa.