Los mamuts, cuyos últimos ejemplares se extinguieron hace menos de 5.000 años, han dejado un reguero de misterios que la ciencia empieza ahora a despejar gracias al análisis del ADN más antiguo encontrado hasta la fecha, según revela un estudio publicado este miércoles por la revista Nature.
Un equipo internacional de expertos, coordinados por el Centro de Paleontogenética de Estocolmo (Suecia), ha secuenciado el material genético extraído de los molares de tres mamuts que quedaron enterrados en el permafrost de Siberia hace entre 700.000 y 1,2 millones de años.