El gobierno de México debe actuar con cautela al renegociar el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), ya que cualquier modificación a lo establecido puede generar repercusiones socioeconómicas en la avicultura y en los consumidores, indicó la Unión de Avicultores (UNA)
Al hacer un balance del TLCAN, César Quesada Macías, presidente del organismo, detalló que el sector avícola tiene una gran dependencia de insumos importados de Estados Unidos como el maíz amarillo, las pastas oleaginosas, el sorgo, pies de crías, pollitos progenitores y reproductores.
Según un análisis de la UNA, la importación de maíz amarillo para el sector pecuario pasó de 7.2 millones de toneladas a 10.8 millones de toneladas entre 2010 y octubre de 2016.
En tanto, el volumen importado de pastas y oleaginosas pasó de 888 mil toneladas a un millón 802,291 toneladas, en el mismo lapso.
Del total de las importaciones de esos productos, 50% corresponde a las importaciones realizadas por la avicultura”, detalló el documento.
En lo que se refiere a las compras de pie de cría a nuestro país vecino, las importaciones de huevo fértil pasaron de 6,203 toneladas a 35,830 entre 2010 y octubre de 2016.
El representante del sector destacó que el TLCAN ha sido benéfico para la industria porque le ha permitido acceder a insumos imprescindibles, por lo que hizo un llamado a la Secretaria de Economía a incluir al organismo a escuchar sus propuestas y contra propuestas en las eventuales negociaciones con la autoridad estadounidense.
Recordó que en el capítulo avícola del TLCAN solamente participan México y Estados Unidos, ya que desde el inicio del acuerdo Canadá excluyó al sector.
El empresario resaltó la colaboración entre los organismos avícolas de México y Estados Unidos como son la UNA y USAPEEC a través del organismo bilateral Nafta Egg and Poultry Partnership (NEEP), donde ambas industrias discuten asuntos de interés mutuo.
Alternativas de mercado
Ante una eventual restricción de país vecino al comercio con México, los avicultores urgen al gobierno local acceder a mercados europeos y de América del Sur como Brasil y Argentina para abastecer de granos y oleaginosas al sector.
“La Secretaria de Agricultura debe establecer un plan de acción inmediata para agilizar los protocolos sanitarios para ser utilizados en cualquier momento por las empresas avícolas y depender menos del abasto de Estados Unidos».
