Los despidos de hasta 10,000 trabajadores en las principales agencias de salud de Estados Unidos dieron inicio este martes, en el marco de una reestructuración amplia de la plantilla del gobierno federal impulsada por el presidente Donald Trump. Esta medida forma parte de un plan más extenso que incluye un recorte adicional de 10,000 empleados mediante un programa de bajas voluntarias y jubilaciones anticipadas, diseñado en colaboración con Elon Musk, asesor cercano al presidente.
Según un comunicado emitido por el Gobierno la semana pasada, esta reestructuración reducirá la plantilla del Departamento de Salud y sus agencias de 82,000 a 62,000 empleados. Los cambios se enmarcan en un esfuerzo por optimizar recursos y mejorar la eficiencia operativa, aunque han generado preocupación entre expertos en salud pública y defensores de los derechos laborales, quienes advierten que tales recortes pueden afectar gravemente la atención sanitaria en el país.
El impacto de estos despidos en los servicios de salud y la calidad de atención que recibirán los ciudadanos aún está por determinarse, mientras que la administración Trump defiende la necesidad de estos ajustes en tiempos de desafíos económicos. La reacción de los sindicatos y organizaciones de salud se espera en los próximos días, en un contexto donde la estabilidad laboral y la atención sanitaria son temas de creciente relevancia en la agenda pública.
Recibe las últimas noticias y mantente siempre informado en nuestro canal de WhatsApp y Telegram
