Washington, D.C.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió que DeCarlos Brown, acusado del asesinato de la refugiada ucraniana Iryna Zarutsk, sea juzgado con rapidez y condenado a la pena de muerte. El mandatario expresó su postura a través de su plataforma Truth Social, calificando el crimen como “violento” y “sin duda merecedor de la máxima sanción”.
El homicidio ocurrió la noche del 22 de agosto en un tranvía de Charlotte, Carolina del Norte. Zarutsk, de origen ucraniano, fue apuñalada en tres ocasiones por un individuo que se sentó detrás de ella minutos después de abordar el transporte. La víctima había llegado a Estados Unidos en busca de seguridad, según medios locales.
El principal sospechoso, DeCarlos Brown, de 34 años, cuenta con antecedentes penales que incluyen 14 detenciones y una condena de ocho años por robo a mano armada. En una conversación telefónica con su hermana, publicada por el diario británico The Daily Mail, Brown atribuyó su conducta a “materiales dentro de su cuerpo” y afirmó que se dirigía al hospital para pedir ayuda médica.
Su hermana, Tracy Brown, declaró a Newsweek que el acusado padece esquizofrenia y que su familia había solicitado en varias ocasiones su ingreso a un centro psiquiátrico, sin éxito.
El caso ha generado reacciones en distintos sectores, tanto por la naturaleza del crimen como por el llamado presidencial a aplicar la pena capital. Hasta el momento, las autoridades locales continúan con las investigaciones y no han emitido declaraciones sobre el proceso judicial que enfrentará el acusado.
La muerte de Zarutsk ha reavivado el debate sobre la atención a personas con enfermedades mentales, la seguridad en el transporte público y el tratamiento judicial de crímenes violentos en Estados Unidos.