La Justicia estadounidense concede un nuevo plazo para la política comercial de Trump en medio de enfrentamientos legales
Una corte federal de apelaciones en Estados Unidos aprobó la solicitud del gobierno del expresidente Donald Trump para extender la suspensión temporal de un fallo que anulaba gran parte de los aranceles impuestos en abril pasado. La decisión representa un respiro para la administración, que ha denunciado lo que califica como una “persecución judicial” por parte de varias cortes del país.
La Corte de Apelaciones del Circuito Federal decidió mantener en vigor la suspensión de la sentencia emitida el 28 de mayo por el Tribunal de Comercio Internacional de EE.UU., que había declarado inválidos diversos gravámenes aplicados por la administración Trump. La orden indica que esta suspensión permanecerá vigente “hasta nuevo aviso”, mientras los magistrados revisan los documentos presentados en las mociones correspondientes. La corte además programó una audiencia para analizar los argumentos de las partes el 31 de julio.
El gobierno de Trump había advertido que, en caso de que la corte no mantuviera la suspensión, solicitaría un recurso de emergencia ante el Tribunal Supremo, argumentando que la sentencia del tribunal inferior obstaculizaba la ejecución de su política comercial en un momento en que Washington negocia con socios internacionales.
La decisión de la corte de apelaciones prolonga la incertidumbre sobre la aplicación de los aranceles, cuya suspensión podría extenderse por varios meses. Trump había recurrido a la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales para imponer gravámenes en abril, incluyendo “aranceles recíprocos” y otros específicos para China, México y Canadá, sin autorización explícita del Congreso.
Expertos y funcionarios del gobierno han señalado que, independientemente del resultado judicial, la Casa Blanca podría recurrir a otras leyes para implementar gravámenes, aunque estos procedimientos serían más complejos y requerirían más tiempo.
Esta situación refleja la tensión entre las políticas comerciales del expresidente y el sistema judicial estadounidense, que continúa revisando la legalidad y la constitucionalidad de las medidas adoptadas durante su mandato. La resolución final en estos casos podría tener implicaciones significativas para la política exterior y económica de Estados Unidos en los próximos meses.
Con información de EFE