Tras haber servido comida tradicional mexicana por más de 100 años, el conocido restaurante ‘El Taquito’ cerrará sus puertas en el Centro Histórico de la CDMX a partir de la primera semana de septiembre.
La decisión se debe por un lado al viejo problema del ambulantaje, agravado actualmente con la llegada de un gran número de migrantes que se han incorporado al comercio informal en el Centro de la Ciudad, señaló, en conferencia de prensa, el propietario del restaurante, Marco Guillén.
Asimismo el hecho de que la residencia presidencial se haya ubicado en el primer cuadro de la capital, provocó que, “frecuentemente se cierren las calles con los consecuentes problemas para el comercio establecido”.
La situación se ha vuelto caótica, “ya no se puede caminar ni transitar por la calle, estamos volviendo a la época de hace 30, años cuando esto estaba en un desorden total; ahorita otra vez es un desorden que no nos permite trabajar, venimos con gusto, con amor; no podemos pasar”, dijo el restaurantero.
El comercio oriental ha invadido la zona desde hace tiempo, primero coreanos y ahora chinos, “estos últimos traen mercancía económica pero de mala calidad; el tema es que esta gente oriental les da mercancía a los indocumentados para que en lo que sacan sus permisos, sus papeleos para emigrar a Estados Unidos la vendan y la única forma es ocupando más y más espacios en la calle y ya se volvió un problema”, agregó.
El restaurante donde hace décadas se elaboró el banquete de bodas de María Félix con Jorge Negrete (las clásicas carnitas, sopa de nopales y pollo con mole poblano y arroz a la mexicana) se reubicará en la calle de Miguel Noreña número 25 en la colonia San José Insurgentes.
El inmueble que data del siglo XIX y es propiedad de la familia Guillén, se rentará. El restaurante tuvo entre sus comensales a Marilyn Monroe, (quien durante su visita pidió margaritas y comió gusanos de maguey), Cantinflas, Pedro Infante, Tintan, Jacobo Zabludovsky, entre otras celebridades que quedaron enmarcadas en una amplia galería de fotos que decoran el lugar.
Con información de La Jornada.
