Un brutal ataque en un parque estatal de Arkansas dejó dos víctimas mortales y conmocionó a la comunidad local. El pasado miércoles 30 de julio, las autoridades detuvieron a Andrew James McGann, un maestro de 28 años, quien confesó haber asesinado a una pareja que paseaba con sus hijas en el Parque Estatal Devil’s Den.
El incidente, ocurrido el sábado 26 de julio, fue calificado por las autoridades como un acto “aleatorio” y uno de los más atroces en la historia reciente del estado. Las víctimas fueron Clinton David Brink, de 43 años, y su esposa Cristen Amanda Brink, de 41, quienes fueron apuñalados mortalmente durante su recorrido por el parque, ubicado a unos 220 kilómetros al noroeste de Little Rock.
Según la información policial, el ataque se produjo en un sendero del parque, donde el esposo fue atacado primero a unos 500 metros de la entrada. La madre, en un intento de proteger a sus hijas, las llevó a un lugar seguro antes de regresar para auxiliar a su esposo, resultando igualmente víctima del agresor. Las niñas, de 7 y 9 años, no sufrieron heridas y actualmente se encuentran bajo el cuidado de familiares.
Las investigaciones revelaron que McGann, sin antecedentes penales y sin relación conocida con las víctimas, fue arrestado en una barbería en Springdale, a unos 50 kilómetros del lugar del crimen, tras una búsqueda que duró cinco días y que involucró el análisis de múltiples pistas, imágenes de vigilancia y ADN. La policía también señaló que el vehículo del sospechoso tenía la matrícula cubierta con cinta adhesiva, aunque describieron su comportamiento como “descuidado”.
Durante una conferencia de prensa, la comandante Stacie Rhoads indicó que McGann admitió su responsabilidad en los asesinatos, aunque aún no se esclarece el motivo del ataque. La fiscalía del condado de Washington ha manifestado su intención de solicitar la pena de muerte en caso de que el sospechoso sea declarado culpable de homicidio capital.
McGann, quien trabaja como docente y había sido contratado recientemente por las Escuelas Públicas de Springdale, no tenía relación con las víctimas y no se reportaron antecedentes de violencia previa. Las autoridades señalaron que no existe un patrón de violencia en los parques estatales y que no hay amenazas activas en estos espacios.
El Parque Estatal Devil’s Den permanece cerrado al público mientras se continúa con la investigación, en medio de la consternación por un hecho que ha puesto en evidencia la importancia de reforzar las medidas de seguridad en espacios públicos.
Información de El Heraldo.