El Big Ben de Londres se despidió este lunes de los británicos al tocar a las 12 del día sus últimas 12 campanadas antes de permanecer en silencio al menos cuatro años, debido a importantes obras de restauración.
Más de mil personas se reunieron frente al palacio de Westminster, sede del Parlamento británico, así como en las calles aledañas para escuchar el sonido de la famosa campana londinense que marca las horas desde hace 158 años casi sin interrupción.
Desde este lunes, las campanas sólo funcionarán en ocasiones especiales, como el Año Nuevo, por lo que se tratará del mayor periodo en el que se mantendrá en silencio desde que sonó por primera vez en 1859.
La obra de restauración, que podría durar cuatro años y se prevé que tenga un corto de 29 millones de libras (unos 37 millones de dólares).