El Estado de Texas ha aprobado una nueva legislación que restringe el uso de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos personales en las instituciones educativas públicas y de financiamiento mixto. La medida, respaldada por el gobernador Greg Abbott, entrará en vigor en el próximo ciclo escolar y busca regular la presencia y utilización de estos aparatos durante las horas de clase.
Según la normativa, los estudiantes no podrán hacer uso de «dispositivos de comunicación inalámbricos» en horario lectivo. La Agencia de Educación de Texas (TDA) emitió directrices que permiten a los distritos escolares decidir si prohíben completamente la presencia de celulares o si implementan métodos para guardarlos de manera segura durante la jornada escolar. Además, se establece la posibilidad de aplicar medidas disciplinarias en caso de incumplimiento, incluyendo la confiscación de los dispositivos.
Texas se suma a una tendencia en varios estados de Estados Unidos que buscan limitar el uso de teléfonos móviles en los centros educativos, con al menos 25 estados, como Florida, Nueva York, Dakota del Norte y Utah, que han aprobado normativas similares en los últimos años. La implementación de estas restricciones ha generado debates sobre los beneficios y posibles impactos en el ambiente escolar y el rendimiento académico.