La compañía automotriz Tesla registró una disminución en la entrega de vehículos durante el segundo trimestre de 2025, en un contexto marcado por la creciente competencia internacional y desafíos internos. Entre abril y junio, Tesla entregó aproximadamente 384 mil vehículos eléctricos, frente a los 410 mil que produjo en ese mismo período, lo que representa una caída del 14 por ciento en comparación con el año anterior. Este es el segundo trimestre consecutivo de reducción en las ventas interanuales.
Según informes de la empresa, la producción en ese período fue cercana a los 410 mil vehículos, manteniéndose estable con respecto a años anteriores, pero las entregas cayeron significativamente, evidenciando un posible desajuste entre fabricación y comercialización. En los primeros tres meses de 2025, las entregas sumaron cerca de 337 mil unidades, un descenso del 13 por ciento respecto al mismo período del año previo.
Por otro lado, en julio de 2025, se confirmó que el Tesla Model Y dejó de ser el vehículo eléctrico más vendido a nivel mundial, desplazado por el Toyota RAV4, un vehículo híbrido que combina tecnología convencional y electrificación. Este cambio refleja una tendencia en algunos mercados donde la demanda de autos completamente eléctricos muestra signos de desaceleración.
A nivel global, Tesla finalizó 2024 como líder en ventas de vehículos eléctricos, con aproximadamente 1.789 millones de unidades vendidas; sin embargo, esa cifra implicó una ligera disminución frente a años anteriores. Mientras tanto, empresas chinas como BYD y Geely experimentaron crecimientos significativos en sus ventas, del 12 y 58 por ciento respectivamente, posicionándose como fuertes competidores en el mercado mundial; BYD, en particular, se acerca en volumen de ventas a Tesla con más de 1.764 millones de unidades.
Analistas señalan que las tensiones públicas de Elon Musk, especialmente sus desencuentros con el expresidente Donald Trump, han influido en la percepción de la marca. La posible modificación en las políticas de incentivos y beneficios fiscales para vehículos eléctricos en Estados Unidos, como consecuencia de propuestas gubernamentales, también podría afectar las decisiones de compra de los consumidores.
La situación plantea interrogantes sobre el futuro de Tesla en un mercado cada vez más competitivo y en medio de un entorno político y económico en cambio. La compañía continúa enfrentando retos internos y externos que definirán su rumbo en los próximos meses.