Con la llegada de marzo, México se prepara para enfrentar una nueva temporada de calor que se extenderá hasta mayo, coincidiendo con la disminución de los frentes fríos. Este año, se anticipa que las temperaturas superen los 40°C en diversas regiones, lo que plantea un reto tanto para la salud pública como para las actividades cotidianas de los ciudadanos.
Durante este periodo, las temperaturas elevadas son un fenómeno natural causado por la inclinación de la Tierra, que aumenta la exposición al sol. Sin embargo, el cambio climático ha intensificado este fenómeno, amplificando la duración y la gravedad de las olas de calor, especialmente en el norte y las zonas costeras del país.
La Secretaría de Salud ha emitido recomendaciones para mitigar los efectos del calor. Se sugiere mantenerse hidratado, usar ropa ligera y evitar la exposición al sol durante las horas pico. Las autoridades también advierten sobre los riesgos de incendios forestales, que frecuentemente ocurren en esta época.
Es fundamental que la población tome estas recomendaciones en cuenta para protegerse y cuidar de los grupos más vulnerables, como niños y ancianos. La prevención es clave para hacer frente a los desafíos que trae consigo la temporada de calor en México.
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