En medio de un creciente clamor por mejorar la calidad del agua potable en Guadalajara, la propuesta de un ajuste del 12.5% en las tarifas del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) ha generado un intenso debate. Mientras las autoridades defienden la medida como un paso vital para garantizar la operatividad y modernización de la infraestructura hidráulica, muchos ciudadanos se preguntan si este incremento es la solución adecuada ante problemas persistentes como la mala calidad del agua, que en ocasiones sale de los grifos con un color marrón, y las altas tasas de cartera vencida por deudas acumuladas.
Karina Hermosillo Ramírez, Coordinadora Estratégica de Gestión del Territorio, sostiene que el ajuste es esencial para enfrentar los retos de la creciente demanda de agua en la metrópoli. “Cuidar el agua es cuidar el futuro”, subrayó, apelando a la responsabilidad de las autoridades de actuar con visión y compromiso hacia la ciudadanía. Sin embargo, la realidad es que muchos usuarios todavía enfrentan problemas graves con el servicio, lo que genera desconfianza ante el anuncio de un aumento en las tarifas.
La Secretaría de Gestión Integral del Agua (SGIA) y el SIAPA argumentan que el ajuste es necesario para equilibrar los costos operativos, que han aumentado significativamente, alcanzando en 2025 un costo de producción de $24.94 por metro cúbico. A pesar de ello, la nueva tarifa permitiría cobrar solo $20.43, lo que aún dejaría un déficit de $4.51. Este desfase plantea un dilema: ¿es justo que los ciudadanos paguen más por un servicio que, en muchos casos, no cumplen con las expectativas?
Ernesto Marroquín Álvarez, Secretario de Gestión Integral del Agua, reconoció la inquietud que puede generar el ajuste y enfatizó que es un paso crucial para asegurar la sustentabilidad del servicio a largo plazo. Sin embargo, la falta de confianza en la gestión del agua, especialmente con un historial de fugas y problemas de calidad, hace que muchos ciudadanos cuestionen la efectividad de la medida. “No se trata solo de ajustar tarifas, sino de garantizar un mejor servicio”, advierten los críticos.
Antonio Juárez Trueba, Director General del SIAPA, defiende la actualización como una decisión técnica respaldada por un análisis exhaustivo, pero el impacto en la comunidad aún es incierto. A pesar de los esfuerzos por mejorar la infraestructura, la realidad de un servicio que continúa dejando mucho que desear persiste en la mente de los usuarios. La pregunta que se imponen es si la confianza de la ciudadanía puede recuperarse a través de un simple ajuste tarifario.
Mientras tanto, las autoridades hacen un llamado a la población para que otorguen su voto de confianza y participen activamente en la preservación del agua, enfatizando la necesidad de un cambio en la cultura del consumo. Sin embargo, con muchas familias enfrentando dificultades para pagar cuentas ya elevadas, la resistencia al ajuste tarifario puede ser un obstáculo considerable. Así, el SIAPA se encuentra en un punto crítico: buscar el equilibrio entre la necesidad de financiamiento y la imperiosa demanda de un servicio de calidad que justifique el costo.
Recibe las últimas noticias y mantente siempre informado en nuestro canal de WhatsApp y Telegram