Un total de 10 personas muertas y dos policías heridos fue el saldo que dejó el miércoles una serie de enfrentamientos entre presuntos sicarios en Michoacán.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) reveló que la jornada violenta comenzó durante la madrugada del miércoles, en el municipio de Tarímbaro, colindante con la ciudad de Morelia, capital de Michoacán.
En este municipio, sicarios se enfrentaron por más de tres horas en el poblado rural denominado como Peña del Panal, donde dos vehículos fueron incendiados y con múltiples impactos de bala.
En tanto, la Fiscalía General del Estado (FGE) reportó que grupos de sicarios irrumpieron en tres viviendas de dos urbanizaciones, donde asesinaron a balazos a tres hombres y una mujer. Dos de las víctimas fueron calcinadas, mientras que otro hombre también fue asesinado en otro fraccionamiento cercano a los anteriores.
La FGE también informó del hallazgo de los cuerpos de dos hombres, con huellas de tortura y con impactos de bala, cerca de la carretera federal Morelia-Salamanca (Guanajuato), y a tan sólo 10 kilómetros de Tarímbaro.
La octava víctima fue un hombre quien fue asesinado a balazos por un grupo de gatilleros que irrumpió en su vivienda, en la colonia Pablo Galeana, al sur de la ciudad de Morelia.
La Guardia Civil de Michoacán informó que presuntos sicarios también se enfrentaron en diversos puntos del municipio de Zitácuaro, en el oriente de Michoacán y colindante con el Estado de México, donde fueron incendiadas una tienda de autoservicio y una furgoneta de transporte público.
En este municipio, agentes de la Guardia Nacional y de la Guardia Civil lograron abatir a dos sicarios, aunque dos policías resultaron heridos por arma de fuego.
Agentes del Ejército, de la Guardia Nacional y de la Guardia Civil mantienen operativos especiales en busca de los grupos armados.
En estas zonas de Michoacán operan los cárteles Jalisco Nueva Generación, La Familia Michoacana (cuyo bastión principal es el Estado de México), Los Caballeros Templarios y el Cártel de Los Correa, los cuales se disputan el control de la producción y tráfico de drogas
