La empresa espacial de Elon Musk, SpaceX, aseguró que los residuos de la nave espacial Starship que cayeron en Playa Bagdad en Tamaulipas no representan riesgos, contrario a lo que señaló la presidente Claudia Sheinbaum, quien amagó con proceder legalmente debido al impacto ambiental y de seguridad al respecto.
Mientras tanto, autoridades mexicanas alertaron que la basura espacial, producto de un lanzamiento realizado el 27 de mayo en Texas, Estados Unidos, puede contener fósforo blanco, un químico letal para humanos y especies silvestres.
A través de su cuenta de X, SpaceX aseguró que no existen riesgos para el área circundante en donde cayeron los restos de la nave espacial Starship.
“Pruebas independientes previas realizadas a los materiales dentro de la nave espacial, incluyendo análisis de toxicidad, confirman que no presentan riesgos químicos, biológicos ni toxicológicos”.
Además, la compañía aseguró que estableció una zona de seguridad alrededor del sitio de prueba y se mantuvo durante toda la operación.
Sin embargo, acusó que no ha podido recuperar los restos a pesar de que “siguen siendo propiedad tangible de SpaceX”, pues ha existido obstaculización por partes no autorizadas que invaden propiedad privada.
SpaceX también confirmó que solicitó asistencia local y federal del Gobierno de México para recuperar los escombros de Starship.
“Hemos ofrecido recursos y asistencia para la limpieza y hemos buscado la validación del derecho de SpaceX a realizar operaciones de recuperación”, escribió la empresa en X.
Finalmente, expresó que: “Espera trabajar con el gobierno mexicano y las autoridades locales para el regreso de los escombros lo antes posible”.
El pasado 12 de junio, el presidente municipal de Matamoros, Alberto Granados, informó que SpaceX asumiría los trabajos de limpieza, pero pasarían dos o tres semanas más para que una empresa especializada limpie las costas de playa Bagdad.
La presidenta Claudia Sheinbaum, por su parte, anunció que su gobierno analizará las violaciones a leyes internacionales que representan los lanzamientos en el sur de Estados Unidos, para hacer las demandas correspondientes.
“Estamos por reunirnos con el gabinete, por los impactos en seguridad y ambientales que representa el lanzamiento de estos cohetes, no particularmente por esto que ocurrió, sino en general”.
Agregó que su gobierno realiza una revisión de las leyes internacionales “que se están violando, y a partir de ahí iniciaremos un proceso, porque en efecto sí hay contaminación”.
De acuerdo con la Semarnat y la Profepa, los residuos hallados podrían incluir fósforo blanco, un químico letal para humanos y especies silvestres.
“Esos tanques son muy diferentes a los que tenemos. Son tanques de color verde. Desconocemos cuál sea el elemento que utilizan dentro de él”.
El hallazgo ocurrió durante un operativo en la desembocadura del Río Bravo, con apoyo de la Semar, la Conanp y voluntarios del campamento tortuguero.
La zona afectada es un sitio clave de anidación de tortugas marinas, una especie en peligro. Los expertos advierten que la exposición a materiales tóxicos podría impactar seriamente su salud y reproducción.
La comunidad científica de Tamaulipas exige un dictamen oficial y plantea la necesidad de que SpaceX asuma su responsabilidad por los daños ocasionados al ecosistema costero mexicano.
Mientras tanto, sigue la incertidumbre, pues lo que empezó como una prueba en Texas, terminó como un desastre ambiental que hoy amenaza la biodiversidad de Tamaulipas.