El 17 de septiembre de 2019, el Gobierno de Jalisco anunció el cierre del vertedero Los Laureles, en Tonalá, en un máximo de 24 meses, para lo que se tendrían dos alternativas para depositar los residuos sólidos urbanos de la Zona Metropolitana de Guadalajara: en el vertedero de Picachos, en Zapopan, y uno más que se construiría al Sur de la urbe.
Sin embargo, a un año de cumplir el límite de su uso, las autoridades no han iniciado trabajos para el abandono de Los Laureles ni para la adecuación de Picachos; ni siquiera hay propuestas para el nuevo vertedero, según informes de las dependencias de medio ambiente municipales.