Por: Salvador Cosío Gaona
El programa “A Toda Màquina” (ATM) que le acarreó cuatro denuncias por presunto conflicto de intereses, pinta para convertirse en la Casa Blanca de Enrique Alfaro Ramìrez y trascender como el escándalo que podría definir su sexenio al igual que el inmueble de Las Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México, marcó el de Enrique Peña Nieto (EPN). Lo anterior, sin dejar de observar que al igual que el expresidente, el Gobernador jalisciense dejó la investigación en manos de un subalterno que coincidentemente no encontró ilegalidad alguna en la adjudicación del contrato por casi 3 mil 700 millones de pesos.
Fue al secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, a quien correspondió llevar las pesquisas de La Casa Blanca de EPN. El reporte concluyó que Grupo Higa tenía 22 contratos con el gobierno federal, y esta empresa fue la que vendió la casa blanca a Angélica Rivera -entonces esposa del presidente-, pero no existió conflicto de interés por parte de Enrique Peña Nieto -su jefe-, pues en dichas adjudicaciones no participó el mandatario, ni había tomado posesión como presidente cuando se adquirió el referido inmueble.
La investigación se centró en los contratos entregados a dos empresas: el Grupo Higa y Constructora Urbanizadora Ixtapan; así como la compra de tres casas a las doscontratistas: la de Peña en Ixtapan, la de Luis Videgaray en Malinalco; y la de Angélica Rivera en las Lomas de Chapultepec (conocida como la casa blanca).
Andrade, concluyó que, “Las relaciones personales no están prohibidas… el conflicto de interés no se materializa con la amistad“. No existió conflicto de interés, explicó, porque no se demostró una “materialización de beneficios”, que hubiera ocurrido si los contratos firmados hubieran sido modificados cuando se convirtieron en funcionarios públicos federales; o que las personas que participaron en la venta de las casas, hubieran recibido en los contratos, algún beneficio”.
En el caso de A Toda Máquina, Enrique Alfaro encargó a la Contraloría del Estado dar seguimiento a las cuatrodenuncias presentadas en su contra, por presuntas irregularidades en la licitación pública del programa.
El proceso de adjudicación del multimillonario contrato para maquinaria para el campo, fue tachado como un acto de corrupción en el que se presume conflicto de intereses en la licitación otorgada a la compañía “Operadora de Servicios Mega S.A. de C.V., Sofom EM”, de la que es socio el empresario Guillermo Romo Romero, aquel “tequilero” que acompañó a la comitiva del gobernador, a finales de febrero, al juego de Los Lakers en Los Ángeles, California, mismo personaje que resultó pariente cercano del secretario de Administración, es decir, de quien operó la licitación; también se supo que la representante legal de las dosempresas ‘concursantes’ era la misma persona y tenía claros lazos de cercanía laboral en el entorno próximo al gobernador, ademas de que no se trataba del primer contrato que administraciones encabezadas por Alfaro Ramírez firmaban con su amigo, el empresario.
Las denuncias fueron presentadas por una asociación llamada “Contraloría Ciudadana”, por el Comité Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y dos particulares, Álvaro Quintero y Jorge Ruíz.
La Contraloría del estado a través de un comunicado de prensa, informó que solo encontró faltas administrativas en la licitación así como irregularidades que “no comprometen el resultado mismo de la licitación ni afectan la validez del contrato”.
También se encontró que hubo “negligencia y descuido a los principios elementales que rigen el servicio público, poniendo en riesgo la implementación de una política pública que beneficia a 121” municipios.
Como consecuencia, la Contraloría determinó “la presunta responsabilidad de tres servidores públicos de la Secretaría de Administración, mismas que serán calificadas mediante el dictamen correspondiente”.
Si bien la dependencia se ha esforzado por explicar que solo le correspondió revisar el tema administrativo y existen más instancias involucradas analizando, desde sus respectivas áreas de competencia otros puntos del contrato, es de esperar que no se llegará a caer la millonaria negociación con la empresa que obtuvo, -aunque al parecer de manera amañada- la adjudicación. Difícilmente se alcanzará el desenlace deseado (que se reponga el proceso de licitación) por muchos al percatarse de las múltiples ilegalidades en que el Gobierno habría incurrido, y como en muchos casos, terminarán pagando justos por pecadores.
Entre las principales promesas de campaña del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, estuvo poner atención al campo del estado y resolver el atraso en el que viven muchas comunidades marginadas de la entidad, objetivo por el cual echó a andar el programa ‘A Toda Máquina’ que ahora está a punto de marcar su sexenio por corrupción, como La Casa Blanca marcó el de Peña Nieto.
@salvadorcosio1
