* Por: Juan Carlos Hernández A.
Ya estamos inmersos un año más, en hacer los honores a nuestro lábaro patrio, con gallardía, orgullo de ser y sentirse mexicano, no importa que sea con deudas, compromisos por pagar, gastando hasta el último centavo en la manutención de la familia con todo lo que implica el también iniciado ciclo escolar, que al fin y al cabo créditos donde sea nos facilitan, el asunto es cómo los pagamos “despuesito”, de pasada la euforia septembrina, en eso nos distinguimos siempre, por festejar, sea como sea.
La gente común quiere y atesora la democracia, ama a su país, se manifestó al votar y con participación -por ser una elección completa- en la jornada del 2 de junio, por arribita del 60 por ciento. Fue contundente prueba de que sí se interesa por la política nacional, por elegir a sus gobernantes con el fin de encontrar en ellos el mejor desempeño y resultados en el quehacer de la administración pública federal y estatal. En esta nueva etapa de gobierno, está por verse.
Hay que sentarse a pensar, no hay necesidad de mucho, sobre lo que es y representa el presente mes “patrio” ante la silla de la opinión pública, pues de lo que se habla es de los temas de interés común y uno de ellos es de las llamadas reformas constitucionales, en “virtud” de llegar a acuerdos que conciban una nueva forma de hacer política en este país.
El fin de elegir es para mejorar en lo posible y cuestionar, calificar, revisar y criticar todo lo que sea factor de análisis, pero no callarse, sí exigir, estar vigilantes en aras de buscar una simbiosis en la gobernanza, en que los ciudadanos y gobierno trabajen en pro de un proyecto común, el punto es cuántos están informados de los temas que realmente importan.
Para dar y hacer seguimiento al ejercicio del poder, es menester mantenerse informado día a día, con calidad de la información que recibamos será la acción pronta y acertada, que derive en beneficio de la buena toma de decisiones. Solo que sucede que no somos tomados en cuenta para muchas de ellas, pero sí somos los primeros en sentir su efecto. De igual forma, hay que informarse sobre lo que se aprueba, discute y se acuerda en torno a las políticas públicas que hoy día están al asecho de hacerse cumplir por parte de las y los señores diputados y senadores, en torno a temas muy importantes para el país.
Entonces, lo ideal es que estemos atentos, porque no hay solo una propuesta sino varias que en definitiva afectarán, para bien o para mal. Usted vea y concluya, en el acontecer del México en el presente siglo, cuando escuche decir que “vamos bien” deténgase a revisar si es verdad, o no lo es. Consulte a quien sabe.
Lo que será encomiable es cómo sus representantes ante el Congreso de la Unión le busquen para que usted sea consultado sobre la práctica legislativa que tenga relación con proyectos de envergadura nacional o estatal y con políticas públicas que le vayan a afectar en un futuro inmediato.
El festejo del mes patrio pasará, lo que no será pasajero es lo que venga justo en el presente mes. Construir pues, en pro del México que deseamos. Es de primera importancia proveer las condiciones para lograr la unidad nacional, esa es tarea de todos si bien somos un país de un mosaico pluricultural y políticamente plural ello no impide que nos pongamos de acuerdo e iniciemos una verdadera reconstrucción en lo educativo, económico, social, político y otros tantos temas más.
Si la apuesta para llegar al poder ha sido en parte la división, ahora es tiempo de reconciliación con la mira hacia el futuro próximo, esperanzador, innovador y competitivo, mientras ello sucede usted vea cómo la pirotecnia lo encanta, sin darse cuenta que México, ya no es lo que fue, solo esperemos tiempos mejores y que viva México, sea como sea.
¡Hágale pues!
*El autor es Master en Gestión Social y Políticas Públicas.