El Senado brasileño inició la sesión que empezará a decidir el destino de la presidenta suspendida, Dilma Rousseff.
La sesión, que en principio durará unas 20 horas, concluirá la mañana del miércoles y la abrió el presidente del Senado, Renán Calheiros.
En el acto participan 81 senadores, quienes tendrán diez minutos para exponer su posición. Rousseff se enfrentaría a fin de mes al juicio político si así lo decide una mayoría simple de 41 de los 81 legisladores.